Algunas veces gano y otras veces pongo un circo y me crecen los enanos......

"Que se llama soledad. J.Sabina"



26/5/15

ENSÉÑAME EL CAMINO A CASA



Cada otoño, miles de aves emprenden un viaje de miles de kilómetros para pasar el invierno en tierras más cálidas.Vuelan sin mapas y sin otras ayudas.Cruzan océanos donde no hay referencia alguna para orientarse. Y, a pesar de todo, llegan a su destino.Luego, cuando despunta la primavera, rehacen su camino de vuelta.
Nadie sabe a ciencia cierta como estos animales logran orientarse con tanta precisión, pero la mayoría de los científicos sostiene que las aves utilizan una especie de brújula interna que las ayuda a seguir los campos magnéticos terrestres. Dado que unas criaturas que solemos considerar inferiores en inteligencia consiguen navegar muy bien sin la ayuda de instrumentos, ¿no podríamos suponer que, aunque hayamos perdido esta capacidad, también nosotros tenemos una especie de sistema interno que nos puede ayudar a encontrar el camino? Los datos indican que sí. Lo más espectacular fue la investigación realizada por el doctor británico Robin Baker con sus estudiantes, demostró que tras vendarles los ojos  eran capaces de indicar el camino de regreso al punto de partida, incluso cuando les hizo seguir una ruta deliberadamente tortuosa.
Esto explica que la memoria humana es  curiosa y en algunas cuestiones es muy eficaz. Numerosos psicólogos han intentado evaluar el poder de retentiva del cerebro humano con el propósito de descubrir la razón por la que la memoria de unas personas es mejor que la de otras. Descubrieron, por ejemplo, que cada persona retiene las cosas de manera diferente. Los catadores de vinos almacenan en su memoria el sabor. Los historiadores del arte almacenan imágenes. Hay gente que recuerda clases de olores. Todos podemos conservar el recuerdo de movimientos musculares (si de niño aprendiste a ir en bicicleta, siempre serás capaz de hacerlo).
Además de recuerdos verbales, visuales y motores, almacenamos también emociones. Determinadas cosas nos hacen brotar las lágrimas porque nos traen a la mente recuerdos tristes. Y otras nos hacen sonreír.
Las investigaciones demuestran que uno recuerda mejor si no se esfuerza mucho. Puedes guardar un recuerdo visual más nítido si cierras los ojos en cuanto la imagen empiece a disiparse, de este modo, conservarás la imagen en tu retina y la imaginación se encargará del resto.
"Puesto que es ella la rosa a la que escuché quejarse, o alabarse, o también, algunas veces callarse. Puesto que es mi rosa. Soy responsable de mi rosa...El principito "