Algunas veces gano y otras veces pongo un circo y me crecen los enanos......

"Que se llama soledad. J.Sabina"



15/9/12

LA RESILIENCIA: RESISTIR Y REHACERSE






“Es tan jodido enfrentarse al dolor. Sentimos la punzada del dolor y decimos “es culpa de ella, o de él, o culpa mía, o culpa de mi padre, o culpa de mi madre, o culpa de Dios...”Y tratamos de zafarnos... ¡y todo sucede en un segundo!, ¡sentimos dolor...juzgamos! ¡Fuera ese dolor! Luchamos contra el dolor como si fuera a destruirnos cuando en realidad, si lo aceptamos, lo que hará será curarnos”.
(Samuel Shem, 1997. Monte Miseria)


RECONCEPTUALIZACIÓN DE LA EXPERIENCIA TRAUMÁTICA DESDE LA PSICOLOGÍA POSITIVA.

BORIS CYRULNIK es neurólogo, psiquiatra y psicoanalista. Experto en la resiliencia a partir de su propia biografía, tras haber pasado parte de su infancia en un campo de concentración, donde perdió a su familia. El resto de su infancia lo pasó con familias de acogida. Empezó a ir a la escuela a los 11años y acabó convirtiéndose en uno de los  fundadores de la etología humana y uno de los principales teóricos y divulgadores de la resiliencia, que está revolucionando el campo de la psicología contemporánea.












DOTAR DE SIGNIFICADO AL DOLOR


Desde hace algunos años ha comenzado a manejarse el concepto de  resiliencia como la cualidad de las personas para resistir y rehacerse ante situaciones traumáticas o de pérdida. La resiliencia se ha definido como  la capacidad de una persona o grupo  para seguir proyectándose en el futuro a pesar de acontecimientos desestabilizadores, de condiciones de vida difíciles y de traumas a veces graves (Manciaux et al., 2001).
Aunque durante mucho tiempo las respuestas de resiliencia han sido consideradas como inusuales e incluso patológicas por los expertos, la literatura científica actual demuestra de forma contundente que la resiliencia es una respuesta común y su aparición no indica patología, sino un ajuste saludable a la adversidad (Masten,2001; Bonanno, 2004). La posibilidad de que la ausencia de sufrimiento tras una pérdida sea indicativo de resiliencia no ha sido considerada por la psicología tradicional (Bonanno, Wortman et al, 2002), aunque está claramente demostrado que un considerable número de individuos muestra poco o nada de sufrimiento tras una pérdida personal (Bonanno y Kaltman, 2001). Del mismo modo, los teóricos del trauma han tendido a sorprenderse cuando individuos expuestos a un suceso traumático no mostraban signos de estrés postraumático, considerando a estas personas como excepcionales (Bonanno, 2004). Sin embargo, los estudios han demostrado que la resiliencia no es un fenómeno inusual ni extraordinario, muy al contrario es un fenómeno común que surge a partir de funciones y procesos adaptativos normales del ser humano (Masten, 2001).
La resiliencia no es absoluta ni se adquiere de una vez para siempre, es una capacidad que resulta de un proceso dinámico y evolutivo que varía según las circunstancias, la naturaleza del trauma, el contexto y la etapa de la vida y que puede expresarse de muy diferentes maneras en diferentes culturas (Manciaux et al., 2001). Como el concepto de personalidad resistente o HARDINESS, la resiliencia es fruto de la interacción entre el propio individuo y su entorno.


LA RESILIENCIA: UNA ESPERANZA Y UNA VENTAJA. 

El concepto de resiliencia -la capacidad para resistir las adversidades- no es nuevo. Pero no fue hasta hace treinta años cuando se comprobó que algunos niños que habían crecido con padres alcohólicos no siempre padecían carencias psicosociales o biológicas y que podían alcanzar una calidad de vida adecuada pese a haber sufrido mucho durante la fase de desarrollo.

Factores que promueven la resiliencia.
Internos:
  • Personalidad rebelde y luchadora.
  • Persona activa.
  • Capacidad de reflexión y de responsabilidad.
  • Capacidad de amar.
  • Confianza en las personas.
Externos:
  • Familia o tutores de apoyo.
  • Mantener una relación firme y estable con al menos uno de los padres.
  • Lazos afectivos.

Características de las personas resilientes.

  • Alto coeficiente intelectual y una notable habilidad para resolver problemas.
  • Afrontan la realidad con recursos variados.
  • Poseen buena aptitud para manejar relaciones interpersonales.
  • Su voluntad y capacidad de planificación es grande.
  • Sentido del humor amplio y positivo.
  • Tienen, en general, más autoestima e independencia y menos tendencia a la desesperanza que el resto de los niños.  


Empezar mal en la vida no determina que tu vida tenga que ser desgraciada. Boris Cyrulnik

EJEMPLO DE RESILIENCIA:

Durante un procedimiento de corrección de espina bífida en un feto de 21 semanas dentro del útero, Samuel (bebé) empujó su pequeña mano fuera del pequeño cuadrado que los cirujanos habían abierto en el útero de la madre. Cuando el médico levantó la mano del feto, Samuel reaccionó y apretó el dedo del doctor. El doctor movió el pequeño puño, pero Samuel se mantuvo firme. En ese momento fue que tomaron la foto”.



Y como señala B. Cyrulnik en su libro “Los patitos feos”, una infancia infeliz no determina una vida. Para ello es importante hacer frente a las adversidades de la vida, superarlas y ser trasformado positivamente por ellas. Aunque es difícil poder llegar a comprenderlo y asimilarlo, todas las circunstancias, especialmente las negativas, nos hacen crecer y sacar nuestros propios recursos.

 


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